No nos engañemos: las palabras cuentan. Y mucho. La historia es importante, pero historias extraordinarias hay infinitas, tantas como cerebros de escritores.
Lo que de verdad marca la diferencia no es lo que cuentas, sino cómo lo cuentas. Da igual tener una estructura maravillosamente planteada y consistente: si no está bien escrita, es probable que el lector abandone en la primera página. Tan solo el conjunto de trama + estilo dejará una huella indeleble en su memoria.
Una buena idea, sin el lenguaje adecuado, es solo una buena idea, nunca una buena novela.
«Yo no cometo faltas —me dicen a menudo—. En el colegio siempre sacaba buena nota en Lengua». Eso está genial, pero una novela y una redacción para clase son cosas muy diferentes. A estas alturas, probablemente ya lo sepas, ¿verdad? Cuando escribes, no buscas que tus lectores te aprueben con un cinco raspado. Buscas emocionarlos, atraparlos, seducirlos. No nos engañemos: quieres gustarles.
Y, sí, obviamente, para lograr eso hay que saber distinguir una B de una V, pero no es suficiente. Hay que ir mucho más allá. Si realmente quieres convertir la escritura en una profesión, no solo necesitas una estrategia de marketing adecuada: todo comienza por ofrecer a tus clientes PRODUCTOS DE CALIDAD.
Debes dar el salto de amateur a profesional en tu forma de escribir.
Te pongo un ejemplo. Las dos versiones del texto que verás a continuación son gramaticalmente correctas, las dos «se entienden», en ninguna de ellas hay faltas de ortografía. Y sin embargo… no es lo mismo, ¿verdad? No suenan igual de bien, no transmiten la misma fuerza, no se ven igual de maduras ni de limpias.
Ana entró en el local tratando de encontrar una solución al problema al que llevaba enfrentándose meses. Ernesto, sin poder creerlo, despachó a los clientes de modo eficiente, dejó el paño de tela colgado en el gancho y se acercó a su mesa en el local.
Ana entró en el local; buscaba una solución al problema al que llevaba meses enfrentándose. Ernesto, incrédulo, despachó a los clientes con eficiencia, colgó el paño en el gancho y se acercó a la mesa que ella ocupaba.
Si un profesional ha corregido alguno de tus textos literarios, me apuesto algo a que el día en que recibiste tus galeradas o tu manuscrito revisado, te dio el bajón al ver tooodo lo que habían modificado, y te preguntaste cómo es que tú no lo viste primero.
Incluso puede que te preguntaras por qué el corrector tomó esta o aquella decisión, qué motivo se esconde detrás de cada cambio. Porque, si lo supieras, podrías ganar confianza y escribirías infinitamente mejor.
¿No has pensado nunca: «Ojalá yo también supiera detectar eso»?
O, peor aún: la cara que se te queda cuando un corrector te cobra un pastizal y luego subes el archivo a Amazon y te encuentras con la desagradable sorpresa de que los lectores dejan comentarios como «este libro está plagado de errores» o «es una pena que esté sin corregir». Hace poco, un autor me comentaba: «He pedido varias muestras de corrección a profesionales diferentes, y son tan dispares que no sé de quién puedo fiarme y de quién no». ¿Cómo vas a evaluar su trabajo si tú mismo vas a ciegas?
Todas esas inseguridades impiden que tu carrera como escritor avance como te gustaría. Por eso, porque las palabras importan, y porque nadie les está dando la relevancia que merecen, he creado Corrijo Contigo.
¿Qué es?
Corrijo Contigo es un programa de mentoría grupal con un seguimiento totalmente personalizado.
Durante 15 semanas, trabajaremos juntos en un grupo muy reducido (6 personas como máximo), para que yo pueda dar lo mejor de mí misma a cada alumno y tú, aprovechar a tope la formación.
Corrijo Contigo NO es un simple curso de ortografía, sino un acompañamiento ÚNICO EN LA RED para ayudarte a perfeccionar tu estilo literario y que escribas mucho mejor.
¿Cómo funciona?
El programa se distribuye en 7 bloques quincenales + una sesión introductoria. Cada bloque, a su vez, consta de las siguientes partes:
- Una clase teórica grupal. 100% enfocada en la práctica, 100% clara y 100% útil, para interiorizar los contenidos y para resolver todas las dudas.
- Una primera semana de trabajo práctico, con ejercicios que te permitan afianzar lo aprendido y mejorar tu capacidad para identificar y resolver errores.
- Una segunda semana de trabajo práctico, en la que yo corregiré 5 páginas escritas por ti y grabaré el proceso de corrección en un vídeo que compartiré contigo, de modo que pueda explicarte todas y cada una de las decisiones que he tomado, mostrarte tus errores más recurrentes y hacerte sugerencias de mejora que te ayudarán a comprender por qué es mejor utilizar esa palabra en vez de esa otra; a qué se deben los cambios en tal frase; cómo potenciar aquel párrafo.
Además, contarás con mi asistencia permanente por e-mail, y también con el apoyo de tus compañeros en un grupo de Telegram exclusivo. Porque, juntos, somos más productivos y trabajamos más motivados.
¿Qué trabajaremos?
Como te comenté antes, el objetivo es que aprendas a detectar en tus propios textos esas piedrecitas que muchas veces, por desconocimiento o por falta de práctica, vamos dejando en los zapatos del lector y que este arrastra durante toda la lectura, hasta convertir una experiencia que debería haber sido placentera y disfrutona en algo olvidable.
- Esas palabras que no significan lo que crees que significan
- Esas frases que no se entienden, o no suenan del todo bien, o son más largas y enrevesadas de lo necesario
- Esos sonidos que se repiten o chirrían al lector
- Esos párrafos desordenados o excesivamente complejos
Todo, valiéndonos de ejemplos reales y de un lenguaje natural y sencillo (nada de explicaciones de la RAE que ni los académicos entienden), para que puedas comprender cada detalle y aplicarlo en todos tus escritos. Para que eleves tu estilo. Para que puedas supervisar con garantías la labor de un corrector. En definitiva, PARA QUE SEAS UN MEJOR ESCRITOR.